lunes, 24 de mayo de 2010

HOY MAS QUE NUNCA...


 
...debemos comportarnos como "guardianes de la paz": Sea como padres, gerentes o ciudadanos, nuestra tarea consiste en contener los conflictos e impedir que se intensifiquen hasta llegar a la zona de violencia. Exigir y hacer posible su resolución pacífica. La estratégia consiste en detener el conflicto lo antes posible. Nuestra meta no debe ser eliminarlo. El conflicto es tan natural y necesario como la lluvia. Genera el cambio. Pero, al igual que la lluvia, si hay demasiados conflictos a la vez, el daño puede ser enorme. Así como controlamos las inundaciones construyendo canales, represas y conductos para desviar el exceso de agua, también podríamos canalizar el conflicto.

...debemos practicar la tolerancia: Tolerar no significa estar de acuerdo con el otro, ni ser indiferente frente a la injusticia, sino demostrar respeto por la diferencia y la humanidad esencial de toda persona. Cada día, todos tenemos la oportunidad de enseñar a los niños a respetar al prójimo sus creencias y sus prácticas, aunque más no sea tratando de dar el ejemplo nosotros mismos. La tolerancia se educa y se refuerza a través del ejercicio.

...debemos practicar la democracia: La libertad es sin lugar a dudas el valor más importante que poseemos. Los ciudadanos de hoy tenemos que entender que pertenecer a nuestro mundo, compromete parte de nuestra libertad individual: pagando el costo social a través de nuestra participación activa, el pago de nuestros impuestos, el respeto a un orden jurídico, la colaboración en los proyectos de reconstrucción o de rescate de la naturaleza, o en toda tarea en que se haga necesaria nuestra intervención para cumplir el compromiso que debemos asumir todos los que queremos beneficiar de este planeta.

...debemos tratar de comprender: Einstein dijo: "Lo más incomprensible del Universo es que puede ser comprendido". Las personas efectivas se esfuerzan en comprender lo más que pueden. Se esfuerzan por ver, escuchar, sentir y entenderlo todo, con el fin de conectar y obtener, de la mezcla de todo ello, algo realmente valioso.

...debemos ser íntegros: Las personas íntegras le dan esperanza a nuestra innata convicción de que nosotros, como pueblo, podemos superar la actual cínica y escuálida moral que nos domina. La integridad, como la caridad, comienza por casa. Sólo cuando cada uno de nosotros reafirme su propia integridad, se podrá restaurar la integridad colectiva.

...debemos dedicarnos totalmente: Por dedicación nos referimos a una apasionada creencia en algo. Es lo que permite que los matrimonios, las empresas y los gobiernos funcionen. Los seres humanos no pueden vivir total e íntegramente, sin entregarse sin reservas a algo que esté más allá de sí mismos.

...debemos practicar la magnanimidad: Por magnanimidad nos referimos a ser "nobles de mente y corazón; generosos y capaces de perdonar por encima de las venganzas y resentimientos". Las personas magnánimas y humildes saben quiénes son, tienen un ego saludable y se enorgullecen más por lo que hacen que por lo que son. Aprenden de sus errores y no culpan a los demás.

...debemos tener apertura mental: Por apertura mental entendemos la predisposición a probar cosas nuevas, a escuchar nuevas ideas, no importa cuán extrañas parezcan. La tolerancia ante la ambigüedad y el cambio y el rechazo de todo juicio preconcebido, de cualquier tipo. "La mente humana es como un paracaídas. Sólo funciona si está abierta"

...debemos perdonar: Vale recordar que perdonar es un verbo. Podemos elegir movernos de la reactividad a la proactividad. Dejar el enojo, la culpa, la ofensa, el castigo o la queja y tomar la iniciativa de perdonar. Las personas inteligentes y efectivas eligen como respuesta el perdón porque, como dice una gran cita: "Cometer el error ya es suficiente castigo".

...debemos dejar de lado nuestro orgullo: El orgullo es un formidable parásito emocional. No hay en él alegría, satisfacción ni paz. El orgullo es pernicioso porque bastardea significados y fines. Embota, ignora, e incluso anula por completo la conciencia moral. Finalmente, el orgullo desemboca en el odio, la envidia y finalmente la guerra.

...debemos ejercer nuestra libertad: La libertad se ejerce participando, comprometiéndonos con aquello que amamos. La libertad sin compromiso no existe. Los seres humanos llevamos en nuestra propia naturaleza la esencia de la libertad. Un ser puede ser encarcelado, privado de la libertad física, pero dificilmente lo puedan privar de su libertad espiritual, de la libertad de su pensamiento.

...debemos descubrir nuestra misión en este mundo: Su Misión tiene que ver con la manera en que usted contribuye en el mundo. Cuando usted sabe lo que es, entonces puede buscar oportunidades que naturalmente requieran de su exclusiva y determinada contribución.

...debemos dar el ejemplo: La conducta de las personas fluye naturalmente del carácter, o sea, del tipo de persona que realmente es y no de lo que los otros dicen que es. La clave real para influenciar en otras personas es dar el ejemplo, su conducta real.

...debemos tener resistencia: Porque enfrentar esquemas mentales profundamente arraigados, lidiar con el cambio, las injusticias, nuestra impaciencia y mantener la creencia de que juntos podemos crear un mejor futuro, requiere de mucha fortaleza.

...debemos entender qué es lo más importante.

Hoy, más que nunca debemos, porque hasta que lo logremos, estaremos "en deuda" con nuestro propio futuro. Esta semana, nosotros permaneceremos en silencio. La realidad habló por sí misma: escuchémosla con mucha atención...


Copiado de Internet "Vitaminas"


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