lunes, 15 de agosto de 2011

LA SOCIEDAD, CRISIS Y VIRUS MUTANTE...


La crisis financiera de algunos países europeos y de EUA, tienen abrumada a la población mundial, por los males que ya padece y por la amenaza que las conmociones sociales producidas, se trasladen a otros países.

La sociedad humana es un organismo en equilibrio inestable por ser un conglomerado de voluntades cambiantes, que pasan rápidamente de la euforia  a la crisis y a la disconformidad.

Es la historia del avance de la civilización, espoleada por la eterna insatisfacción del hombre, que busca, como un virus mutante, cómo satisfacer sus ilusiones y aspiraciones, sin evaluar las distorsiones que todo cambio produce.  

La actual crisis, es la corrección de un período de descontrolada euforia, basada en la ficción política del Estado de Bienestar, su creciente endeudamiento para cubrir el déficit y la especulación global ciudadana para enriquecerse rápido, deteriorando la cultura del trabajo y del esfuerzo.

La corrección es inevitable y seguirá produciendo tensiones sociales, pero el hombre, con su esfuerzo y creatividad,  reorganizará la sociedad. 

La crisis no es terminal. Es un episodio más de la permanente búsqueda del hombre de satisfacer lo que considera prioritario para su vida, sabiendo que muchas veces sus aspiraciones no son alcanzables por el contexto social y económico y que pueden generar tensiones y violencias. 

15 ago 2011

Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
segundarepublica@fibertel.com.ar

La condición humana actual



Erich Fromm afirma, en su obra El corazón del hombre, que el ser humano actual se caracteriza por su pasividad y se identifica con los valores del mercado porque el hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo y siente su vida como un capital que debe invertirse provechosamente.

El hombre se ha convertido en un consumidor eterno, y el mundo para él no es más que un objeto para calmar su apetito.

Según el autor, en la sociedad actual el éxito y el fracaso se basa en el saber invertir la vida.

El valor humano se ha limitado a lo material, en el precio que pueda obtener por sus servicios y no en lo espiritual (cualidades de amor, ni su razón, ni su capacidad artística). La autoestima en el ser humano depende de factores externos y de sentirse triunfador con respecto al juicio de los demás.

De ahí que vive pendiente de los otros, y que su seguridad reside en la conformidad; en no apartarse del rebaño.

El individuo debe estar de acuerdo con la sociedad, ir por el mismo camino y no apartarse de la opinión o de lo establecido por ésta.

Para que la sociedad de consumo funcione bien, necesita una clase de individuos que cooperen dócilmente en grupos numerosos que quieren consumir más y más, cuyos gustos estén estandarizados y que puedan ser fácilmente influidos y anticipados.

Este tipo de sociedad necesita miembros que se sientan libres o independientes, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que, no obstante, estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la máquina social.

Los hombres actuales son guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin ninguna meta, salvo la de continuar en movimiento, de avanzar. Esta clase de individuo es el autómata, persona que se deja dirigir por otra.

El humano debe trabajar para satisfacer sus deseos, los cuales son constantemente estimulados y dirigidos por la maquinaria económica.

El sujeto automatizado se enfrenta a una situación peligrosa, ya que su razón se deteriora y decrece su inteligencia; adquiere la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla.

El peligro que el autor ve en el futuro del humano es que éstos se conviertan en robots. Verdad es que los robots no se rebelan. Pero, dada la naturaleza del ser humano, los robots no pueden vivir y mantenerse cuerdos.

Entonces buscarán destruir el mundo y destruirse a sí mismos, pues ya no serán capaces de soportar el tedio de una vida falta de sentido y carente por completo de objetivos.

Para superar ese peligro, el autor dice que se debe vencer la enajenación, debe vencer las actitudes pasivas y orientadas mercantilmente que ahora lo dominan y elegir en cambio una senda madura y productiva.

Debe volver a adquirir el sentimiento de ser él mismo y retomar el valor de su vida interior.

Como buen miembro de la sociedad, soy automatizado y vago, por eso pego esa información de wikipedia en vez de escribir mis propias conclusiones de la fuente .
de Xqnohacemosalgo Paramejorar,

1 comentario: