El biofísico ruso Konstantin Korotkov ha asegurado hoy que el "uso del teléfono móvil altera el funcionamiento del cerebro", y ha manifestado que varias de las dolencias que padecemos en la actualidad provienen de la "contaminación medioambiental".
Korotkov ha asegurado a Efe que el uso del teléfono móvil altera el funcionamiento del cerebro, dos meses después de que la OMS haya reconocido que el uso de celulares debería ser clasificado como "posiblemente cancerígeno", y países como Suecia y Noruega lo han clasificado como alergia electromagnética.

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El biofísico ha manifestado que "vivimos en un mundo muy caótico desde un punto de vista electromagnético", porque hay un "exceso de dispositivos electrónicos", y ha afirmado que el "uso del teléfono móvil" puede provocar dolores de cabeza, atontamiento, mareos, aturdimiento, alergias y problemas dermatológicos.

Según el docente, el teléfono móvil afecta de manera diferente a cada persona, y aunque no hay claras evidencias de que esto sea cierto, ya que no se puede hacer la comprobación en humanos, se han llevado a cabo experimentos con ratones que han desarrollado tumores cerebrales.

Respecto a los efectos del ambiente, Korotkov ha asegurado que tenemos "cuatro kilos de distintas bacterias en el cuerpo", debido a la "contaminación medioambiental" o a los "distintos tratamientos farmacéuticos" que ingerimos, bacterias que mutan y se deterioran.

El investigador ha declarado que en la actualidad existe un aumento considerable de las "enfermedades cardiacas" y "cardiovasculares", la "dolencia numero uno" en algunos países, así como un incremento de "ictus cerebrales", como el "alzheimer" o el "autismo en niños", y de "casos de cáncer".

El físico mantiene que muchas de las enfermedades que tenemos son derivadas de vivir en un "entorno poco sano", y ha asegurado que en la sociedad actual existen unos niveles altos de "estrés", de "conservantes y elementos químicos en los alimentos", así como cuantioso "ruido electromagnético".

Korotkov ha ofrecido una conferencia en Marbella para presentar un "tratamiento de bienestar" basado en la utilización de "agua estructurada", un "procedimiento especial creado con el aire que transforma cada sala".

El tratamiento consiste en una desintoxicación total del organismo en el cual se analizan los tejidos corporales y faciales, y se comprueba el estado de las células, y hacen uso de una serie de instrumentos electromagnéticos que restauran el funcionamiento del cuerpo, tanto de los campos magnéticos como de los eléctricos.